Stefano Borgonovo, ex delantero de Milan y Fiorentina, falleció a los 49
años, víctima de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que
aquejó a decenas de futbolistas de la Serie A en los últimos años. El caso de
Borgonovo conmovió a toda Italia.
El futbolista hizo
pública su enfermedad en septiembre de 2008 y desde entonces vivió paralizad. De este modo, pese a mantener una plena
lucidez mental, durante sus últimos meses únicamente podía mover las pupilas.
La actividad de sus ojos, que un ordenador traducía en signos, le servía para
comunicarse con el mundo exterior.
Borgonovo alcanzó gran fama a finales de los 80, cuando formó una gran
pareja junto a Roberto Baggio en la Fiorentina. Allí jugó cedido por el Milan,
donde había trabado amistad con Carlo Ancelotti, actual entrenador del Real
Madrid. En su autobiografía, publicada en 2010, Ancelotti describía a su amigo
como un delantero "no muy rápido, pero sí bastante inteligente".
"Era un gran tipo, muy divertido, siempre con ganas de bromear, incluso en
estos terribles momentos". Cuando le preguntaron acerca de la muerte de su amigo se emocionó derramando unas lágrimas. El técnico dedica sus ingresos extradeportivos a asociaciones contra la ELA en Italia.
La ELA, conocida
también como mal de Gehrig, es una patología muy rara que ha tocado duramente
al fútbol italiano. Según un estudio del doctor Adrian Chio, sobre una muestra
de 7.325 futbolistas entre 1970 y 2006, se detectaron ocho casos, una cifra
seis veces superior a la media.
Aunque no hay ninguna
cifra oficial, 'La Gazzetta dello Sport', estima que desde 1973, 39 jugadores
fallecieron a causa de esta enfermedad. Entre ellos, Gianluca Signorini,
capitán del Génova en los 90, que murió en 2002. Y Adriano Lombardi, jugador
del Avellino, fallecido cinco años después. Por el momento, la medicina aún no
encontró una explicación, aunque algunos hipótesis apuntaban al dopaje.
Sin embargo, Borgonovo siempre negó rotundamente este extremo y lo achacó
simplemente a una "malformación genética". "Si pudiera vivir de
nuevo, volvería a calzarme las botas", explicó en 2008 en las páginas de
la 'Gazzetta', donde colaboraba habitualmente.
Borgonovo, casado y con cuatro hijos,
fue internacional con Italia en tres ocasiones. Su gol más famoso lo marcó con
el Milan en las semifinales de la Copa de Europa de 1990, ante el Bayern de
Múnich. En los últimos meses de vida logró completar su autobiografía,
'Attaccante nato', donde detalló su lucha con la enfermedad.
Fue un gran luchador contra la ELA creando una fundacion en Italia que lleva su nombre.
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